Dulces nudos intestinales

Tu, chica morena de pelo rizado y ojos verdes, inteligente picarona, joven, néctar de los sueños de cualquier hombre. Este pasado Sábado no podía abandonar la después frustrada maniobra de cambiar el sino profesional de mi vida, debía respeto a mi socio, tu primo, pero jamás volveré a ser tan insensible contigo, yo sé lo que te pasa, tu sabes que yo no me equivoco ni me engaño o engañan, tu necesitas alguien que te dé fibra vital, alegrias, penas, amor, placer, diversión, cariño, dulzura, pero sobre todas las cosas, alguien que te escuche y te dé lo que necesitas para cada uno de tus problemas o situaciones del día a día, yo te escucharé y no olvidaré nada de lo que me cuentes, reiré, lloraré, me hundiré y jamás volveré a desestimar la oportunidad de escucharte, de sentirte a mi lado, de saber que la misma ráfaga de viento peina nuestros cabellos, porque tu sencillamente eres lo mejor con lo que me he encontrado en mi vida, somos tan iguales...

Hasta el Sábado que viene princesa.